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El lado oscuro de las grandes metas

Salida de Panama OCDE

El lado oscuro de las grandes metas: Hace unas semanas, completé mi primer maratón en 2:57:31, sólo 6 meses después de empezar a correr.

El lado oscuro de las grandes metas: Hace unas semanas, completé mi primer maratón en 2:57:31, sólo 6 meses después de empezar a correr.

Hace unas semanas, completé mi primer maratón en 2:57:31, sólo 6 meses después de empezar a correr.

En marzo decidí que quería emprender un nuevo desafío físico y, como el tiempo estaba mejorando, elegí correr. Había desarrollado una relación muy negativa con la actividad durante mis años en el béisbol, cuando era principalmente un castigo por el mal desempeño, pero pensé que dedicarme a ella en un nuevo contexto cambiaría eso.

Me propuse el ambicioso objetivo de correr un maratón de menos de 3 horas dentro de los 6 meses posteriores al inicio. ¿Por qué? Parecía la marca de un «aficionado de élite» y supuse que era posible lograrlo si realmente me esforzaba.

Me inscribí en el Erie Marathon, que se celebraría el 10 de septiembre y comencé a entrenar como un loco para lograr mi gran objetivo.

Y cuando llegó el 10 de septiembre, lo hice… y al principio me sentí genial.

Pero lo que pasó después me sorprendió y me llevó a un cambio fundamental en mi forma de pensar sobre el establecimiento y el logro de metas en el futuro.

Tengamos una conversación honesta sobre el lado oscuro de los grandes objetivos…

 

El lado oscuro de las grandes metas: Hace unas semanas, completé mi primer maratón en 2:57:31, sólo 6 meses después de empezar a correr.

El lado oscuro de las grandes metas: Hace unas semanas, completé mi primer maratón en 2:57:31, sólo 6 meses después de empezar a correr.

Ven al lado oscuro

Si eres una persona ambiciosa (con la que apuesto a que la mayoría de mis lectores se identificarían), probablemente hayas seguido un modelo similar a este:
  • Comience en el punto A
  • Establece un gran objetivo para llegar al punto C
  • Trabaja como loco para lograr el gran objetivo
El problema, tal como lo veo ahora, es lo que sucederá después. Hay dos resultados potenciales con Grandes Metas:
  1. Meta perdida: Trabajas y trabajas para lograr tu gran meta, pero te quedas corto. El dolor, la tristeza y el desencanto por perder una gran meta por la que trabajaste es obvio y real. Todos conocemos este dolor. A menudo es peor si te quedas *poco corto* del Gran Objetivo, ya que el resultado que creamos fue binario. Esto es lo que habría sentido si hubiera corrido un tiempo de 3:01:00 en el maratón.
  2. Golpe de objetivo: ¡Lo lograste! Lograste el Gran Objetivo. Sientes un golpe inmediato de euforia. Luego te vas a dormir, te despiertas al día siguiente y piensas: «Está bien, ¿y ahora qué?». Sabes que deberías sentirte genial, pero no es así, lo que te hace sentir peor. Nadie quiere oír hablar de tus problemas con el champán , así que te los guardas para ti.
Esta rutina posterior al logro es lo que sentí después de correr el maratón y en lo que quiero centrarme hoy. Mi opinión es que los Grandes Objetivos crean una tormenta perfecta para la infelicidad a través de tres vías principales:

#1: La falacia de la llegada

¿Cuántas veces has asumido que tu felicidad duradera estaba al otro lado de algún Gran Objetivo (un ascenso, un aumento de sueldo, otra carrera, etc.)? ¿Cuántas veces te han demostrado que estás equivocado en esta suposición? La falacia de la llegada es el término utilizado para describir la falsa suposición de que lograr una gran meta creará esa felicidad duradera en nuestras vidas. Es una psicología de «cuándo, entonces» que dice «cuando alcance X, seré feliz». La realidad es que los logros no son una fuente duradera de felicidad. Nuestro cableado natural (adaptación hedónica) nos mantiene en funcionamiento: volvemos a la línea de base y comenzamos a preguntarnos qué viene después.

#2: Disipación de Propósito

Cuando buscas un gran objetivo, te despiertas con un propósito claro. En mi caso, mientras perseguía el objetivo del maratón, sabía que necesitaba centrarme claramente en mi carrera y entrenamiento del día. Me desperté con energía y entusiasmo para afrontarlo y seguir progresando. Después de lograrlo, me desperté sin una razón clara para esforzarme físicamente. Me sentí un poco perdido, si soy honesto, ya que no sabía en qué estaba trabajando o hacia qué estaba trabajando ese día. La felicidad por el logro de la meta fue reemplazada por una sensación errante de estar perdido. El enfoque en una Gran Meta singular creó un propósito, pero también lo destruyó una vez que se logró la Gran Meta.

#3: Enfoque extrínseco

En un metanálisis de 105 estudios que abarcaron a más de 70.000 participantes, los investigadores encontraron que valorar y priorizar las metas extrínsecas (sobre las intrínsecas) es una receta para un menor bienestar. Mi observación es que los Grandes Objetivos tienden a ser de naturaleza extrínseca:
  • Promoción, ascenso de título o gran aumento
  • Logro financiero (convertirse en millonario)
  • Alcanzar un número de seguidores o un nivel de fama específicos
Estos Grandes Objetivos se convierten en la forma en que definimos el éxito para nosotros y nuestras vidas. Lograr el último Gran Objetivo nunca es suficiente, ya que simplemente reiniciamos nuestro marcador y necesitamos alcanzar el siguiente Gran Objetivo para sentirnos como un éxito. Al definir nuestro éxito sobre la base de estos objetivos extrínsecos, nos estamos preparando para la infelicidad.
Crédito de la imagen: Liz y Mollie

El caso de los microobjetivos

En la introducción de este artículo, dije que darme cuenta del lado oscuro de los Grandes Objetivos me llevó a un cambio fundamental en cómo voy a pensar sobre el establecimiento y el logro de objetivos en el futuro. No voy a defender la necesidad de eliminar los Grandes Objetivos de tu vida. Sigo pensando que es importante tener objetivos grandes, ambiciosos y generales que te impulsen a crecer y adaptarte. Seguiré teniendo grandes metas (aunque intentaré basarlas en objetivos intrínsecos siempre que sea posible). El gran cambio que planeo hacer: me voy a centrar en los Micro Objetivos. Los microobjetivos son objetivos pequeños e incrementales de crecimiento y desarrollo. No son los saltos gigantes (como el objetivo de una maratón de menos de 3 horas), sino los pequeños pasos que se dan a lo largo del camino (como completar una carrera de 10 millas sin dolor). Los Micro Objetivos resuelven los tres principales puntos débiles de los Grandes Objetivos:
  1. Evite la falacia de la llegada: los microobjetivos son lo suficientemente pequeños como para no vincular grandes suposiciones de felicidad con su consecución. Te mantienen motivado para crecer, sin la presión de que individualmente cambiarán tu vida.
  2. Cree un propósito diario: los microobjetivos son continuos y no discretos. No hay un gran propósito decepcionado, porque siempre hay otro Micro Objetivo en el horizonte a corto plazo que puedes utilizar como motivación. Además, mi nueva práctica siempre tendrá microobjetivos colocados justo después de la fecha de consecución de cualquier gran objetivo, para garantizar un propósito en los días siguientes. Un ejemplo sería un Micro Gol de recuperación después de un Gran Gol maratónico, para asegurarme de tener un área de enfoque para atacar después.
  3. Enfoque intrínseco: estos microobjetivos son más intrínsecos por naturaleza, en parte porque no son lo suficientemente grandes como para compartirlos públicamente para tener influencia o afirmación externa. Te reorientan internamente.
Donde los grandes objetivos fracasan, los microobjetivos sobresalen. Mi enfoque a seguir es el siguiente:
  • Establecer un gran objetivo general para establecer la dirección.
  • Establezca microobjetivos pequeños e incrementales para establecer el enfoque diario.
  • Ajuste y corrija el rumbo de los microobjetivos periódicamente en función de la evidencia.
Equilibrar lo grande con un enfoque en lo micro es donde planeo prosperar. Lo pequeño es hermoso. Muchas pequeñas victorias suman algo espectacular. Recuerde: lo ordinario se vuelve extraordinario .
¡Experimentando la euforia post-maratón!
 

Fuente: the-power-of-thinking-differently